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DANZAS DE LUEZAS Las danzas de Luezas se recuperan en el año 1993, gracias a los ancianos del lugar que las recordaban a la perfección tras dejarse de danzar hace 35 años. En las trece danzas de Luezas toman identidad acontecimientos cimeros de la historia de nuestra tierra. En nuestra región son las únicas que se bailan con seis danzantes y el cachiberrio, el resto de las danzas las componen ocho danzantes o más y el cachiberrio. Los nombres de los trece troqueados son: · Ajos y puerros. Aunque se desconoce el año exacto se calcula que entre 1808 y 1859 se empezaron a danzar. · Con mi Dios · La naranjuela · Viva el señor de la guardia (1808-1813) · Al entrar en la tu casa · Chincholera I (Danza de pañuelos) · Chincholera II (La culebrilla) · El verde · Los carlistas (1833-1839) EL CANARIO DE SORZANO Uno de los instrumentos más empleados en las danzas riojanas es el palo para danzar los troqueados. Lo coreografía de esta danza es de principios del siglo XX, y está montada a partir de numerosos pasos y figuras de las danzas de palos originales de Sorzano que se bailan en la fiesta del pueblo, el 15 de Mayo. Los danzadores son ocho, llevan un palo en cada mano y se golpean entre sí o con los otros compañeros, formando distintos motivos y figuras, todos ellos con sus respectivos nombres y canciones como “el revés”, “el canario por lo alto”, “el canario por lo bajo”, etc. La de “El canario” es una danza de ritmo guerrero y de música totalmente distinta a las demás danzas de
Cuenta la historia que en lejanos tiempos disponía Zarratón de siete iglesias diseminadas del centro, borradas por el paso del tiempo, se conserva el nombre de ellas en la denominación de otros tantos términos municipales. Cada barrio tenía su danza, aunque no se haya llegado a conocer la que a cada uno correspondía. En la festividad de San Blas (3 de Febrero) se congregaban todos los barrios en la parroquia que estaba bajo la advocación del santo y hasta allí llegaban cantando una marca. El Ayuntamiento invita a un trozo de tarta bendecida y a un vasito de vino moscatel. En medio de todo ello, todos y cada uno de los barrios danzaban por separado, para terminar haciendo la unión de varios bailes, en los que se mezclaban cánticos; esta es la razón de que algunas danzas tengan letra. De las siete danzas de Zarratón han quedado unidas por su popularidad cuatro, que reflejan las distintas formas rítmicas del lugar. Esta marcha forma parte de varios intermedios en la música riojana, y casi toda ella se encuentra escrita en la introducción correspondiente a las Vueltas de San Juan de Nájera.
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